viernes, 2 de noviembre de 2012

Cold Coffee (Parte 1)


Ella caminaba como normalmente lo hacía, mirando hacia el frente todo el tiempo, con su ipod touch en una mano y un frappuccino en la otra, con sus Ray Ban aviator, por la Gran Avenida de Madrid, hasta que el aleatorio de su ipod le jugó una mala pasada, y Lego House. De Ed Sheeran, empezó a sonar con sus débiles notas de introducción, se detuvo en seco, pues esa canción le traía muchos recuerdos, no buenos del todo.
Rápidamente sacudió su ipod para pasar de canción, y seguido de esto entro al Mc Donald’s de la esquina, se quito los audífonos por un momento, para ordenar un helado de mantecado y volvió a su camino, todo iba como la rutina mandaba, Kyle caminaba desde su departamento a la tienda H&M, donde trabajaba, diariamente escuchaba las mismas canciones, pedía el mismo frappuccino, compraba el mismo helado en Mc Donald’s, abría la tienda a la misma hora, trabajaba la misma cantidad de horas, y luego de cerrar cenaba en la misma cafetería, donde su amiga Kiki trabajaba, una rutina bastante aburrida.
Kyle dio un suspiro antes de introducir la llave en la cerradura y abrir las grandes puertas de vidrio, encendió las luces, acomodo un jean caído, y se dirigió a la caja registradora, a esperar que el primer cliente entrara y gastara unos cuantos euros en la mercancía exhibida.
Pero se sorprendió al escuchar gritos provenientes de la calle, voces femeninas, demasiadas voces, que se acercaban cada vez más.
Vio a una manada de chicas, bajitas, altas, flacas, gordas, rubias, pelirrojas, castañas, extranjeras, españolas, gritando desenfrenadamente, su curiosidad la llevo a aproximarse a las puertas de la tienda  cuando una figura entro de repente, corriendo a una gran velocidad y casi destruyendo el mostrador de vestidos clásicos.
¡Hey! –Grito Kyle al ver aquello-
Empezó a caminar intentando buscar a la misteriosa figura
Esa no es forma de entrar a una tienda, sal de donde estés –y antes de que pudiese siquiera pensar en pronunciar otra palabra, la figura que había entrado le cubría la boca con una mano y estaba de espaldas a ella-
Kyle murmuraba e intentaba quitarse la mano del desconocido de su boca, pero no podía, hasta que lo mordió
¡Auch! –Grito la figura de voz masculina-
Kyle se dio vuelta hasta quedar frente a él, y sus ojos se abrieron de sobremanera, iba a gritar, pero él le cubrió la boca de nuevo al ver sus intenciones
Por favor, guarda silencio -A pesar del perfecto español que él hablaba, el acento inglés era reconocible-
Continuará…

martes, 17 de julio de 2012

Good Morning America


Mi nombre es Becka Headway, la mayoría reconoce mi apellido por ser la primera luchadora mujer en ganar 4 campeonatos de lucha libre consecutivos, enfrentándome no solo a mujeres mucho más fuertes que yo, sino también a hombres que me triplican en peso y masa corporal, muchos dicen  (y lo he leído y escuchado) que llegue a ser quien soy solo con dinero, ellos no saben mi verdadera historia.
Muy bien. –Una mujer rubia llena de Botox que “disimulaban” sus recién cumplidos 43 años era la presentadora de “Good Morning America” hizo un pequeño y disimulado gesto con las manos para que la cinta, que tenia grabada las palabras de Becka fuera cortada para dar paso a su voz chillona-
Las cámaras del set enfocaron a la bronceada (falso bronceado, cabe destacar) rubia, su falsa sonrisa y sus dientes aparentemente blancos iluminaron las pantallas de aquellos indefensos estado unidenses que solo querían tomar un tranquilo desayuno en familia.

Esa fue la voz de Becka Headway, a quien tendremos el placer de ver en el set mañana a esta hora, estaremos hablando de su carrera, y de cómo decidió no ser una princesa, como las chicas normales –sus ojos verdes sin compasión buscaban destruir a través de una pantalla a Becka, solo que ella no estaba viendo el programa-
 En un pequeño departamento en el sur de California una pareja esperaba tomar tranquilamente el típico desayuno americano mientras, en el televisor de la cocina, Anna Wife, la presentadora rubia de “Good Morning America”, decía celebres palabras sobre cómo combatir la obesidad y lucir un fabuloso cuerpo de gimnasio en solo 6 semanas desayunando diariamente “Anna O’s”.
 ¿Viste Beck? Anna se burla indirectamente de ti –dijo un hombre de cabellos oscuro y ojos azules mientras tostaba unas rebanadas de pan blanco desde la cocina-
Esta celosa de que a mí el Botox si se me vea natural –Becka respondió desde el comedor y ambos rieron-
Becka, tenia apena 23 años, era una mujer normal, de estatura promedio, no muy musculosa a pesar de su profesión, con cabello corto, rizado y marrón, y ojos de color miel, tenía unas cuantas pecas diminuta en el pecho y muchos lunares en el cuello y parte de las mejillas, parecía una adolescente aun, vivía con su prometido, eran  novios desde hace 10 años, Mickey, un hombre más alto que ella, de unos 26 años, de cabellos oscuros, llegando a tonarse negros, y ojos de un azul profundo, siempre estaba despeinado y parecía un pequeño niño, por su comportamiento y su carácter juvenil.
Eran una pareja normal, Vivian en un pequeño departamento, el estudiaba diseño grafico mientras que ella estudiaba Medicina, solo que Becka ahora era una luchadora profesional, había empezado como un hobby y termino siendo la segunda mejor del listado, después de la fallecida Rebeca Grace*.
Mickey nunca se opuso a la pasión que sentía su novia de luchar, siempre estuvo en las gradas con grandes carteles que decían “Te amo Becka” animándola, siendo su primer y para ella, único fan.
Le había propuesto matrimonio un 29 de Septiembre, y planeaban su feliz boda en Hawai, tenían un pequeño perro llamado Stan, con el que Mickey bromeaba con sus vecinos diciendo que era un dinosaurio en miniatura.
Ahora, solo planeaba una forma inocente y poco sospechosa de acabar con Anna, la presentadora que se había burlado a nivel nacional de su prometida.
¿Crees que si incendio su ropa alguien de seguridad se dé cuenta de que fui yo? –dejo de lado la rebanada de pan con tocino y queso cheddar y miro directamente a los ojos a Becka, con una mirada infantil característica de el-
Becka se sorprendió y dio un sorbo a su jugo de manzana pasteurizado
Mi lindo Mick, en el set hay cámaras de seguridad –le dio una pequeña palmada en el hombro a su prometido-
Ah –este bajo la mirada, como si fuese un niño que hizo una travesura y es castigado-
No tienes que vengarte de ella, solo hizo un comentario tonto –volvió a beber de su jugo-
Pero fue hacia ti –volvió a mirar a su prometida, con cierta rabia expresada en sus ojos-
Eso no quita que sea tonto, tú mismo has visto lo envidiosa que es esa mujer, ahora deja de pensar formas de asesinarla y termina de desayunar.
Habían pasado 24 horas desde el programa anterior, ahora todos se preparaban para una nueva emisión, los camarógrafos caminaban de un lado a otro posicionando sus cámaras, las maquillistas daban los últimos retoques a sus presentadores, el director encargado se quejaba de la poca azúcar que tenía su café, Anna preguntaba a todo el que pasaba si el verde combinaba con el rosado y era ignorada por todos y Becka, estaba tranquilamente sentada en el pequeño sofá del camerino que le habían asignado, observaba a Mickey, quien registraba cada gaveta, caja, incluso, florero que había en el camerino en busca de una cámara escondida.
Eres un poco paranoico. ¿Sabías eso? –Becka se levanto y abrazo a su prometido-
Lo sé, que puedes esperar de mi, mi hermano era un hacker que hacia ese tipo de cosas –abrazo a Becka aun más fuerte-
Deja de culpar a Nick de todo lo que te pasa –ambos rieron, Becka dejo de abrazar a Mickey y volvió a sentarse en el sofá, segundos después un hombre delgado y rubio entro en el camerino para avisar que debía salir a escena en menos de 10 minutos.
Becka y Mickey se dirigieron a la zona asignada, en donde él se quedaría y ella terminaría de prepararse para salir a darle los buenos días a America.
Sin más que decir –Anna suspiro- Con nosotros esta Becka Headway.
Los aplausos de las personas invitadas al set se hicieron presentes, Becka, quien vestía de una manera muy natural y sencilla, a diferencia de Anna, quien parecía ir a una fiesta en Beverly Hills, sonrió a la cámara y se sentó en el pequeño sillón de animal print que estaba al lado de una mesita de té.
Buenos días –dijo con una tierna sonrisa, mientras se quitaba un mechón castaño del rostro-
Hola Becka –Anna le dedico una sonrisa hipócrita- cuéntanos. ¿Qué se siente ser la segunda mejor luchadora en el listado? –Dijo Anna con un evidente tono de burla-
Bueno, se siente bien no tener que hacer una larga fila de espera para entrar a las discotecas –Becka uso aquella vez en la que Anna tuvo que esperar una hora mientras que ella y Mickey entraron sin necesidad de revisar lista-
La mirada de odio de parte de la rubia no fue sorpresa para nadie.
Bien, -Anna acomodo sus papeles- dinos cuál es tu rutina diaria.
Entreno a diario, desde las 6am hasta las 9am, de resto, tengo el día libre.
¿Cómo te preparas para tu próximo enfrentamiento?
Como siempre, entreno la misma cantidad de veces.
¿Y no crees que alguien como tu debe entrenar más? Competirás con oponentes mucho mas fuertes –Anna hizo referencia a la poca musculatura que poseía Becka-
No, según mi entrenador no hace falta, tengo suficiente fuerza física como para resistir el enfrentamiento –Becka miraba a Anna con desprecio-
Veras Becka, ayer hablábamos de que por cada 10 personas hay 3 con sobrepeso. ¿Qué puedes recomendarles tú, que al parecer no comes, a ellos? –Todo el set guardo silencio y Anna se dio por ganadora-
Bueno Anna -Becka miro directamente a la cámara- Lo último que deben hacer seria comer tu cereal –miro a Anna- según tu comercial lo comes diariamente, y al parecer, por tus fotos en bikini, no te favorece, no he visto tu fabuloso cuerpo de gimnasio –Becka dio una última sonrisa y el director le indico a Anna que había terminado el tiempo de la entrevista, la cara de envidia y sorpresa de la rubia le indico a America que había terminado todo-
Becka camino hacia su prometido, quien la abrazo fuertemente, y tomo un pastelillo de fresas que había en el bufet, justo en el momento en el que Anna pasaba.
Oye Anna –la rubia se acerco con una cara de asombro por el lindo rostro del chico-
¿Dime lindo? –lo miro con ternura y picardía-
Tu tampoco eres una princesa, ni porque quieras –Y luego de decir esto aplasto el pastelillo en la cara de la rubia-
Todos en el set aprovecharon para reírse de Anna, a quien consideraban una mujer bastante falsa.
Becka y Mickey dejaron el estudio, y se fueron juntos hasta su departamento.
-Meses después-
Entonces, llegue y le aplaste el pastelillo en la cara, de todas formas no estaba muy bueno –Mickey contaba la historia a sus amigos y compañeros de estudio, quienes habían asistido a la boda-
¿Vas a seguir contando la historia Mick? –Becka apareció y Mickey guardo silencio- ¡Es la cuarta vez que lo haces!
Gracias Becka –los amigos de Mickey agradecieron a coro-
Mickey siguió a Becka hasta la gran mesa decorada en colores rojo y blanco, donde posaba el pastel de bodas, y juntos, después de la debida ceremonia, cortaron el pastel.
Copas de vino blanco, y Champagne adornaron el escenario, la luz del sol, en pleno atardecer, iluminaba a la feliz pareja, quienes nadaban persiguiéndose en el mar.
Y Anna nunca más trabajo en televisión.



 * Rebeca Grace: Personaje ficticio.


viernes, 13 de julio de 2012

Mistery.


-Carlise-
Lo detesto, lo odio mucho, bueno… no, no es que no quiera a mi padre, es que verán, mi nombre es Carlise Vermont pero me dicen Carl.
¿El sentido de mi mal genio?
Mi padre es capitán de un crucero que viaja desde el Caribe, muy lejos de mi país natal, como mi madre salió del país por razones de trabajo he de quedarme con el por un tiempo pero es sumamente aburrido.
Solo hay personas adineradas con personalidades despreciables, aunque yo tenga mucho en común con ellas, no puedo lograr llevarme bien con ninguno, así que estoy en la cubierta, fumando un cigarrillo, hasta lograr tener algo de sueño o en su defecto pescar un resfriado.
Este es el quinto cigarrillo de la noche –dije para mí encendiendo otro, pero una melodía me saco de mis pensamientos-
Justo íbamos pasando por el muelle de Marbella, cuando vi una silueta sentada cerca de una gran roca.
Era hermoso aquel sonido que salía de sus labios, se notaba que era una silueta femenina, eran alrededor de las 3 de la mañana y no la veía claramente, pero la luna creciente iluminaba pequeñas partes de su rostro, era pálido y sin duda perfecto, no me resistí y la llame, ya que no estaba a gran distancia de los pasajeros que bajaban en esa parada nocturna.
 Oiga, señorita –grite alterado y ella me miro desconcertada-
¿Yo? –Respondió con una voz muy serena-
¿Estás perdida? –le pregunte más calmado, ella solo asintió-
Acércate, te ayudare a subir –me había olvidado de que justo en frente había una escalera de emergencia-
Ella pareció dudar
Te prometo que no habrá problemas
Una voz me saco de mis pensamientos
Carlise –La voz de mi padre que entraba rápidamente a cubierta me desconcertó- ¿No has visto por aquí a Andrea? La hija de Marco Wordeck, se perdió hace una hora.
Lamento meterme así en la conversación, pero Andrea estaba sentada en la sala de espera de la primera clase hace unos 15 minutos –Una voz femenina me saco de mis pensamientos de donde estaba la pequeña niña-
Muchas gracias señorita Vougier –mi padre desapareció por la puerta de emergencia-
Me di vuelta para ver a la mujer que había ayudado a mi padre y su desesperación  y me sorprendí de ver que era la chica que había visto en el muelle
Pensé que estabas perdida –le dije-
Tengo pequeñas lagunas mentales, me baje del barco pensando que había llegado a mi destino y me vi en Marbella, por eso me sentí perdida, lamento haberte preocupado –se disculpo con mucha sutileza-
No te preocupes. –por fin veía su rostro, era hermosa, de ojos cafés y labios rojos, con un lunar sobre ellos del lado izquierdo y el cabello castaño bastante profundo recogido en una coleta como lo solían llevar todas las mujeres elegantes que viajaban en primera clase-
¿Cuál es tu nombre? –Me pregunto-
Carlise Vermont, ¿Y el suyo? –Pregunte igual-
Ella camino hasta una banca, llevaba un vestido largo y estilizado de un color dorado, me observo con sus ojos cafés perfectamente maquillados y me dijo con la sensualidad digna de una dama
Dianella Vougier
Vougier –dije- me suena conocido
Suizo –dijo inmediatamente después de sentarse en una de las bancas- lo ha escuchado por Nicola Vougier, mi padre
¿El traficante? –Respondí con sorpresa-
Él prefiere que lo llamen… Comerciante
¿Qué haces aquí  Dianella, lejos de tu padre?
Pues, viajo a Polonia, allí firmare con un conocido empresario.
Supuse que no quería dar más detalles y no le insistí.
Dianella –me posicione en la baranda frente a ella- Estas horas de la madrugada son altamente frías, y usted anda bastante desabrigada en los hombros. ¿No debería estar descansando ya?
No me parece –soltó una risita- No suelo dormir a estas horas si a eso se refiere, soy una mujer adicta a la noche
Interesante –encendí un cigarrillo-
¿Usted no debería estar con su padre, el capitán?
El mando de un crucero… simplemente no es lo mío –solté una bochada de humo-
¿A qué se dedica entonces? –dijo mientras se levantaba-
Soy un aficionado a la fotografía –me fije en su silueta llena de curvas, era una mujer hermosa-
A mi hermano… Brian, también le apasionan las artes, solo que más hacia la pintura –camino hacia la baranda-
¿Y usted a que se dedica? –pregunte-
Yo soy una sucesora de mi padre, me dedico a los negocios –me miro con tranquilidad y cinismo-
Conozco bien los negocios de su padre –mi mirada estaba llena de terror, la cantidad de locuras que había hecho Nicola eran impresionantes-
Su risa fue evidente, bastante evidente
Si, el ha sido una persona muy peculiar en sus negocios –sonrió para ella misma-
No he dejado de fijarme… Dianella, que es usted bastante, misteriosa  -sostuve una mirada directamente a sus ojos por varios segundos, ella arqueo una ceja-
Si Carlise, ya lo había escuchado antes –sonrió con picardía-
Parece que escondes algo –la mire con bastante interrogancia-
Todos escondemos secretos –Un gesto con la ceja me helo la sangre-
¿Qué secretos? –Mi duda creció-
Volvió a reír
Secretos Carl, secretos
La tome de la cintura y la mire fijamente, ella se sorprendió e intento zafarse
No te soltare, hasta que me digas que te hace tan misteriosa
Su mirada cambio, a una de enojo
Bien, sígueme
¿Qué te siga?
Si.
¿A dónde? No hay a donde ir.
Eso es lo que crees
Se posiciono en la baranda y me miro de reojo antes de saltar…
Espera…
¡SALTO!
¿Pero qué clase de drogas consumía?
¿Qué clase de humano se lanza al mar a las cuatro de la mañana?
Pero ella pretendía que la siguiera, así que lo hice, y la vi, vi su cabellera moverse con el agua, su silueta curvilínea adaptarse a un par de aletas doradas, y sus ojos cafés mirarme sin ningún pudor, ese era el secreto que hacia tan misteriosos a todos los Vougier, en el fondo… No, no puedo mentir, no lo sospechaba.
De un momento a otro me vi sin respiración, y sin Dianella.
No podía salir del agua, no podía nadar, ni mucho menos gritar.
Sentí el agua invadir y quemar mis pulmones, de todas formas, yo era solo un débil humano comparado con ella, donde quiera que estuviera en ese momento.
Mis ojos se cerraron, no sin antes ver por última vez el reflejo de sus ojos cafés.

jueves, 17 de mayo de 2012

Where's My Angel


Me arrepiento de tantas cosas, mi amada Alice.
Me arrepiento de no haberte besado bajo aquella luz de luna el día de tu cumpleaños.
Me arrepiento de no haberme dado cuenta de que con cada intento de hacerme el orgulloso te lastimaba más.
Me arrepiento de no haberte dado consuelo y en vez de eso darte la espalda cuando tanto me necesitabas.
Pero de lo que más me arrepiento, amada Alice, es de no haberte dicho que te amaba esas tarde-noche del 18 de Abril, en el que me despedí fríamente de ti, haciéndome como siempre, el orgulloso, dejándote con las lagrimas cubriendo tus ojos grises llenos de tristeza.
Y ahora, vuelvo a verte después de 7 meses, este 18 de Noviembre, lluvioso, vistiendo de traje negro y mi paraguas a juego en la mano, nadie me ve llorar, ya que la lluvia cubre mis lagrimas, desde la distancia sollozo, de solo ver el ataúd, el ataúd que cerrara, a metros bajo tierra, tu frio y delicado cuerpo sin vida, una vez más, me arrepiento de no haberte dicho todo lo que sentía, y sigo sintiendo por ti, después de tanto tiempo.
Veo a tu hermano llorar, a Marie, se que nunca la quisiste como una hermana, porque nunca lo fue, y sé que ella siempre te vio como a una completa extraña, pero aun así, la veo llorar, y veo lagrimas sinceras, veo a tu madre y a tu padre bajo un mismo paraguas, dándose consuelo uno a otro, después de esta trágica pérdida.
Veo a tus amigos llorar y sollozar, a Audrey, a Chelsea, y a Arthur, el tampoco te dijo nunca cuanto te amaba, el, a diferencia de todos, está completamente destruido, sentado en el pasto mojado, la lluvia mojando su pelirrojo cabello, y sus finas manos blancas cubriendo sus ojos azul cielo, recuerdo la envidia que sentí por él en estos 7 meses, cuando lo veía abrazarte, darte consejos, hablarte, pero no podía hacer nada, el era tu mejor amigo y tu y yo… ya no éramos nada.
Yo solo quiero ver el momento en el que te levantes de ahí y nos digas a todos que solo era una broma cruel, y que no habías sido atravesada por una bala justo en el pecho, a las 16:45 del 17 de Noviembre, por el simple hecho de no estar en el lugar correcto en el momento correcto.
Solo quiero que vuelvas caminando a mí, con tu fina delicadeza que desde siempre tu madre te había inculcado, me abraces, me digas cuanto me extrañaste, me beses, y yo pueda decirte al fin, cuanto te amo, y luego nos reiremos, porque recordaremos nuestra época de colegio, aquella en la que nos hacíamos bromas pesadas el uno al otro, y luego nos molestábamos, pero yo siempre llegaba con un ramo de rosas blancas, porque eran tus favoritas, siempre llegaba a pedirte disculpas, aunque no fuese mi culpa lo que había pasado.
Todos esos hermosos momentos, petrificados en el tiempo, eran solo recuerdos, que jamás volverían, ya no por mi orgullo, ahora, porque ya no estabas, te escribí una carta, que debería dejar en este momento, antes de que el sacerdote empiece con la misa y entierren tu ataúd bajo la tierra, entonces ya será demasiado tarde para despedirme por última vez.
Camine en dirección a donde todos se encontraban, sentí unos ojos azules mirarme con odio desde el suelo, me lo merecía, completamente, me había comportado como un completo idiota en busca de atención, no pude evitar ver a tu madre llorar al verme, supongo que le habrás contado sobre nuestra estúpida separación.
Idiota –escuche susurrar a una rubia alta mientras abrazaba a un pelirrojo en el suelo, no pude escuchar el resto de la conversación, pero sabía perfectamente de que se trataba todo-
Cuando por fin llegue al ataúd, vi a tu hermano, delgado como un alfiler, con ojos azules grisáceos y esa mirada cortante y profunda, sus ojos perfectamente delineados y su cabello lacio rubio, no me vio, pero lo escuchaba cantarte.
Un ángel caído, perdido en esta oscura realidad, en este mundo de mentiras y soledad, perdida en el foco, viviendo bajo la tormenta, no eras lo que querían que fueras, pero como hacías bien tu papel de Alice, un papel que solo te quedaba a ti, ahora huye mi ángel, hacia donde siempre has pertenecido.-A penas termino de cantar levanto la mirada, el delineador corrido se mezclaba en sus blancas mejillas con sus pocas pecas, a diferencia de ti, siempre tan pecosa, tan hermosa de naturaleza, nunca necesitaste ni una gota de maquillaje para verte hermosa.-
Alice –sentí la mirada fija, permanente, de los ojos verdes de Chelsea, esperando a mis siguientes palabras, así que procure pronunciarlas con total perfección.- sé que no lo merezco, pero quiero, no… quiero no, te ruego, que me perdones, por ser tan idiota, por haber sido tan orgulloso, sé que es demasiado tarde, y que todo ha sido mi culpa –las lagrimas humedecían mis ojos, no me moleste en secarlas antes de que alguien se percatara, las deje fluir.- Donde quieras que estés, mi pequeño ángel, quiero que sepas, que te amo, siempre lo hice, desde el primer beso que te di, aquella tarde de verano, mientras jugábamos a quien era más veloz huyendo de un vendedor enfadado, bajo aquel gran árbol de manzanas, mientras no parabas de reír, desde ese momento, mi vida cambio completamente, y ahora que no te tengo, que definitivamente no te tengo, muero por dentro.
Levante mis manos, y coloque un gran ramo de rosas blancas dentro del ataúd, tome las frágiles, frías, y blancas manos de lo que una vez fue mi preciosa novia, y las puse en una posición en la cual pareciera estarlas sosteniendo frente a su pecho, por un momento la vi apretarlas con fuerza, pero sabía que no era real, que solo era mi imaginación jugándome una broma.
Te escribí una carta –dije mientras sacaba un arrugado papel verde manzana de mi bolsillo, sabía que ese era su color favorito.- se que a dónde vas no podrás leerlo, pero me gustaría que lo conservaras. –Justo en ese instante sentí a alguien abrazarme, Chelsea se había levantado, lo  había escuchado todo.-
Oh Gregor –me abrazo con fuerza.- Todos la extrañaremos, pero estoy segura que ya tienes su perdón.
Gracias Chelsea –Y las lágrimas empezaron a salir con más frecuencia.-
Me quede hasta que vi la tierra mojada cubrir por completo el ataúd, hasta que ya no había nadie, hasta que acabo de sonar la última nota de mi canción favorita, November Rain, me quede sentado en el pasto, bajo la luz de la luna, llorando en silencio
Alice, te extrañare, perdóname mi amada, pero debo irme, vendré a visitarte cuando pueda –Y una cálida brisa, cosa increíble, eran más de las 7pm y estaba helando, pero puedo jurar que fue una brisa cálida lo que me rozo la mejilla, como si de un beso de un ángel se tratara.-
Así pasaron las semanas, luego los meses, hasta que pasaron dos años, y yo volví, en la misma fecha, a visitar la tumba de quien una vez fue mi princesa.
Alice, he vuelto, a decirte que aun no te olvido, que aun te amo, y que espero el día en el que te vuelva a encontrar, en otra vida, te amo, y nunca dejare de hacerlo, he ido a psicólogos, he salido con mis amigos, he tratado de olvidarte, pero en cada rostro, en cada cuerpo, en cada cabellera, solo te veo a ti, cada vez que veo a una chica a los ojos, solo veo tus ojos grises mirándome con nostalgia –empecé a sollozar.-  he querido acabar con mi vida, pero no lo hago, porque sé que tu odiarías que lo hiciera, te extraño tanto, prometo mi vida, que cuando estemos juntos, nunca más te dejare ir, mucho menos, por orgullo, cuando llegue el momento de nuestro reencuentro, te amare, como nunca lo hice, como nunca amare a nadie más.
Empecé a llorar, como hace dos años, con la única diferencia de que hoy estaba soleado, y de nuevo, como hace dos años, sentí esa cálida brisa, pero ya no era solo en mi mejilla, rodeaba todo mi cuerpo, como un abrazo, sabía que ella estaba conmigo, supe en ese instante que nunca me había dejado, y que como yo, ella me amaba, porque como yo, nadie nunca la había amado, entonces deje de preguntarme donde estaba mi ángel, que desde pequeño había pedido tantas veces, lo había encontrado, al fin había encontrado a mi ángel.



sábado, 25 de febrero de 2012

Follow Me Down

Al diablo con los modales. Me llamo Mari Ángel Pérez.
18 de febrero de 1739.
Les contare un poco de mi, vivo en España, mi familia es de acá y bueno… soy descendiente directo de los reyes de España, lo que quiere decir que, mi padre es un rey mi mama la reina y yo soy una princesa.
Tengo hermanas sí, pero ninguna de ellas tomara el trono de España porque todas están comprometidas, y si le pasa algo a mi hermano mayor entonces seré yo la que tenga que tomar el trono.
Pero no me gusta la vida que llevo.
Si, lo sé, dirán “¿eres una jodida princesa como no eres feliz?” pero es que ustedes no saben lo que es vivir una vida tan protocolar como la mía, es horrible, sencillamente horrible.
Nunca salgo del palacio, siempre estoy en los jardines que es lo máximo a lo que mi padre deja que salga, dice que el mundo de afuera es muy peligroso.
Pero yo no creo eso, siento que mas allá de las murallas del palacio hay un mundo fabuloso.
Muchas veces he tenido que estar en el gran salón, donde mis padres escuchan a todos los pueblerinos que les hablan de sus problemas y ellos le dicen siempre lo mismo “haremos lo posible para solucionarlo”
Esa gente se ve tan distinta, una vez vino una chica, se veía joven, como de mi edad, por cierto, tengo 14 años, mañana  cumplo 15.
Volviendo al caso de aquella chica, se veía muy sonriente y tenía un carisma tan agradable, vestía tan normal, con un sencillo vestido de flores rosadas, no como yo, que tenía que usar estos inmensos vestidos pomposos que tanto detestaba solo porque “es la tradición”. Aquella chica era hija de un panadero, y ella, una pelinegra muy agradable pedía amablemente que le permitieran al anciano de la granja de pollos volver a criar porque sin los huevos que estos ponían su padre no podía hacer pan y muchas personas dejarían de servir pan en sus mesas y ellos dejarían de tener la fuente de ingresos que por tantos años habían poseído.
En todo el rato que paso hablando con mis padres no deje de mirarla, se veía tan agradable, y contaba las cosas que sucedían en la cuadra de la panadería y el mundo se veía tan diferente.
Cada mañana me preguntaba ¿Cómo será el mundo de allá afuera?
Pero sabía que mis padres nunca me dejarían salir, a menos que se tratara de una reunión muy importante en otro palacio pero iríamos directamente allí, y nunca puedo ver por la ventanilla del carruaje.
Esa noche, la noche de mi cumpleaños, planeaba escaparme del palacio y huir al pueblo, quería ver cómo era todo, quería sentir lo que era ser libre, vivir sin un protocolo.
La única persona que sabía de mi plan era mi hermano, me había jurado que no diría nada si lo mantenía informado mediante cartas secretas mi paradero, por si algo sucedía el poder ir a buscarme, no quería decirle nada a mis hermanas, ellas irían corriendo a contarle a mi padre y así nunca cumpliría mi sueño de vivir libre.
Una de las criadas, Marielle, me dijo que podía ayudarme a huir del palacio a media noche sin que nadie se diera cuenta, ella sabía también de mi plan, pero no tenia problema, ella solo tenía unos pocos años de diferencia y éramos las mejores amigas, al final de todo, era una de las pocas personas con las que había compartido mi vida, ya que nunca he podido salir a conocer gente.
No llevaba equipaje, solo un par de vestidos y eso sí, mucho dinero para poder sobrevivir.
Tenía todo listo ya para irme, faltaban pocos minutos para que dieran las 12:00pm, estaba en el salón de entrada, junto a mi hermano y Marielle, quienes no querían dejarme ir sin antes despedirse, pero no querían que me fuera hasta las 12, para darme el feliz cumpleaños.
¿Lista Marielle? –Pregunto mi hermano con una sonrisa-
Lista –dijo ella, y entro a la cocina a buscar algo-
Justo cuando empezaron a sonar las campanas de la iglesia del pueblo anunciando que eran las 12 salió Marielle con un pequeño pastel de fresas y chocolate con una pequeña vela, y mi hermano y ella empezaron a cantar en voz baja.
Pide un  deseo –dijeron ambos antes de acercarme el pastel para apagar la vela-
deseo poder ver el mundo que tanto me ocultan”
Y sople la vela.
Después de una larga y dolorosa despedida de las dos personas que me habían apoyado en lo largo de mi corta vida, cruce la muralla del palacio.
Todo estaba muy oscuro, solo unas pocas farolas de aceite alumbraban una larga calle empedrada, hacia mucho frio y no podía distinguir nada, así que decidí hospedarme en el hotel más cercano y empezar a conocer en la mañana.
Entre a un hotel llamado “Vtsuá” al parecer era de unos franceses que emigraron hace muchos años. Pedí una habitación simple, me cambie e inmediatamente me fui a dormir.
-7:00 am-
El canto de los pájaros, el sonido de los cascos de los caballos golpeando el suelo empedrado y las voces de las personas fuera del hotel me despertaron. Vi la hora me di cuenta de nunca antes me había despertado tan tarde, siempre me despertaban a las 6:00am, porque tenía “muchas cosas que hacer”, mi vida era así, siempre igual.
Me duche y me puse el vestido más sencillo que me había llevado, era el menos pomposo que tenia, como para una tarde soleada, como esta.
Baje a la recepción del hotel, había pagado solo esa noche y ya debía irme.
Salí a la calle, completamente iluminada por el sol, habían muchas personas caminando de un lado al otro, muchas de ellas llevaban bolsas coloridas o blancas, habían puestos de fruta y verdura, personas que preguntaban precios y otras que regateaban con los vendedores, en las calles pasaban perros caminando y estaba llena de palomas que comían Migas de pan que unos niños desde la acera le arrojaban.
Empecé a caminar, no tenía idea de a donde me dirija, solo caminaba observando a toda esa gente y todos los locales, nunca pensé que el mundo fuera así de hermoso, el aroma de pan recién horneado me llamo la atención y camine hacia la panadería de la otra calle, de todas formas aun no había desayunado y aquel aroma me había abierto el apetito.
Me sorprendí al ver a aquella chica que fue al palacio atendiendo, sonriente, les llevaba bolsas de pan a todos aquellos que le pedían, me acerque temerosa de que me descubriera y se armara un escándalo.
Hola –salude,  ella se giro para verme-
Buenos días –y me sonrió- ¿puedo ayudarte en algo?
No me reconoció.
Si bueno, quisiera uno de esos croissant –dije viendo el cartel de madera tallada que tenía una lista de todo lo que vendían- rellenos de mermelada
Claro, ¿qué mermelada deseas?
¿Hay mas mermeladas aparte de la de fresas? –le pregunte asombrada-
¡Claro! –dijo y se rio- hay de duraznos, de mora, mermelada de piña, de ciruelas y creo que queda un poco de mermelada de cebollas.
¿Mermelada de cebollas? Le pregunte con una expresión de asco-
Si –y volvió a reír- es una mermelada que hacen los ingleses, con cebollas y miel, pero no creo que te guste. Te recomendare que pruebes la mermelada de piña, es la mejor opción para empezar a conocer las mermeladas.
Entonces por favor dame un croissant con mermelada de piña –y luego de que me sirvió el pan relleno me senté en una pequeña mesa que estaba dentro de la panadería a desayunar, en ese momento entraron un chico y una chica, ambos llamaron mi atención. Eran altos, el chico más que su compañera, uno rubio y la otra era castaña, estaban vestidos de una forma muy extraña, nunca había visto algo así, el llevaba un pantalón de colores y ella, estaba vestida de una forma muy colorida.
Pidieron y se sentaron en la mesa siguiente a la mía, se dieron cuenta de que yo los estaba mirando mucho ya que voltearon y me saludaron amablemente, yo les devolví el saludo y seguí en mi desayuno.
Ya había terminado y ellos también, en lo que se levantaron y salieron del local, me di cuenta que en suelo de su mesa había un pañuelo amarillo, parecía contener algo, supe que era de ellos y algo me hizo tomarlo y seguirlos para poder devolvérselos.
Ellos iban muy delante de mí, así que empecé a correr, corrí entre un mar de gente y por un momento creí que los había perdido de vista, pero los volví a ver un poco más adelante, se dirigían a una especie de plaza, así que corrí mas rápido para alcanzarlos.
Hasta que vi que se detuvieron y se sentaron en un juego de niños en aquel parque. Quizás si yo no tuviera puesto un vestido tan largo los alcanzaría más rápido.
Pero después de tanto correr pude alcanzarlos, y ambos me miraron con una expresión extraña
Lo siento, pero se les cayó esto en aquella panadería, así que los seguí para devolvérselo.
La chica me miro sorprendida y se levanto
¡Muchas gracias! Es mío, no me di cuenta. Eres muy amable por traerlo –y me extendió su mano mientras el chico se levantaba-
Me llamo Alice, y él es mi hermano Andreas. –El chico también me extendió la mano-
Me di cuenta de que ambos tenían ojos claros, los de Alice eran grises mientras que los de Andreas eran completamente azules.
Me llamo Mari, gusto en conocerlos.
¿No eres de por aquí verdad Mari? –Me pregunto la chica-
¿Por qué lo dices? –pregunte nerviosa-
Es que, llevas un vestido inmenso, en esta época del año hace mucho calor.
Soy de… Finlandia –mentí- allá siempre hace frio en esta época y yo llegue hace muy poco.
¿Qué edad tienes? –Me pregunto su hermano-
Estoy cumpliendo 15 –y ambos me vieron sorprendidos-
¡Feliz Cumpleaños! –dijeron al unisonó-
Y  como es tu cumpleaños –dijo la chica- ten –y del pañuelo amarillo que estaba doblado y atado con un lazo, saco un brazalete de muchos colores-
Wow que hermoso –la mire- muchas gracias
Por nada –dijo ella y sonrió- yo tengo 15, en pocos meses cumpliré 16 y mi hermano tiene 16 y cumple 17 un mes después de mi, no tenemos mucha diferencia
¿Qué harás hoy Mari, la pasaras con tu familia celebrando? –Me pregunto Andreas-
No bueno, yo… hui de mi casa –dije bajando la vista-
¿Y eso por qué? –Preguntaron ambos-
Es que, no me sentía cómoda estando con ellos –los mire-
Oh tranquila, eso suele pasar, nosotros también estamos lejos de casa ahora.
¿Y qué hacen? –pregunte mirándolos-
Bueno, vamos de un lado a otro, buscando cosas sorprendentes, y al final del día, o cuando queramos, volvemos a casa –dijeron ambos mirando al cielo-
¿Y donde viven? –pregunte con mucha curiosidad
Ambos se miraron y sonrieron
¡Podemos mostrarte! –Dieron con una enorme sonrisa-
Oh no lo sé, mis padres dicen que nunca debo ir con extraños
Ambos me miraron tristes
Pero nosotros no somos extraños, yo soy Andreas y ella es Alice.
Cierto, bueno, no creo que haya problema entonces ¿verdad?
Claro que no –ambos sonrieron-
¿Y cómo llegamos a donde ustedes viven?
Bueno, -dijo Andreas- tienes que seguirnos
 Y me tomaron de las manos y empezamos a correr hacia el bosque
¿Qué hacemos acá? –pregunte –
Aquí tenemos que bajar
¿Bajar?
Así mismo
Tienes que seguirnos hacia abajo –dijo Andreas-
Te mostrare como –dijo Alice-
Y me tomo de la mano mientras ambos cantaban.
Llegamos a una especie de escalera, pero era una escalera en el bosque hacia… abajo ¿Cómo era eso posible?
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Y empezamos a bajar
Bajamos hasta llegar a una especie de túnel, a lo lejos se veía el final del túnel, y el cielo azul brillando.
¿Qué es esto?
Es como un paso, la ciudad está construida sobre esta otra.
Y luego de unos cuantos minutos caminados salimos, llegamos a un enorme, enorme, campo lleno de flores de todos los colores posibles.
Había muchos árboles y todo se veía tan hermoso, a lo lejos se veían unas cuantas casas y a la izquierda había un hermoso lago.
¿Te gusta? –Me preguntaron ambos-
Es hermoso todo esto –dije mientras lo miraba sorprendida- ¿Cómo lo descubrieron?
Un día decidimos huir de la escuela y corriendo llegamos hasta acá, ahora venimos siempre.  –Dijo Andreas-
Por allá esta nuestra casa, no vive mucha gente por acá, pero los que están son todos artistas, pintores y tienen todos menos de 20 años.
Es como su propia ciudad.
Prácticamente, si quieres puedes quedarte, no está muy lejos del pueblo.
Así que puedes volver cuando quieras, si no te quieres quedar, puedes venir a visitarnos –dijo Alice sonriendo-
Si quiero quedarme –dije decidida- es el mundo que siempre quise conocer.
¿Nunca sales del palacio verdad? Princesa –pregunto Andreas mirándome-
¿Cómo supiste?
Es muy obvio, se te nota a kilómetros. Además de que en Finlandia no hace frio en esta época del año. –Dijo Alice-
Me sonroje, no pensé nunca que se darían cuenta.
Este fue mi deseo de cumpleaños –dije sonriendo-
¿Y se cumplió? –dijo un chico alto, rubio de ojos muy verdes, idéntico al chico que siempre había querido conocer, era como ver uno de mis sueños reflejados, el hombre perfecto para mi estaba ahí a mis espaldas, no me fije en el momento en el que Alice y Andreas me dejaron allí sola, la belleza de aquel chico me tenia cegada-
Ahora si –dije con una sonrisa en el rostro.

lunes, 30 de enero de 2012

Nicholas, Apaga la cámara

Nauseas, malestares, insaciables ganas de comer sushi de mango y constante irritabilidad.
Audrey ¿Qué te está pasando?
Que más, el hecho de que Audrey Sidney estuviera embarazada tenía a Nicholas, a Arthur, a Alice y a Sophie con constantes dolores de cabeza
La pelirroja tenía apenas 3 meses de embarazo y ya Chelsea había huido a Miami con la excusa de que si se quedaba la arrojaría del balcón de su departamento en el piso 13 de Merston Place.
Sus constantes quejas y su única excusa “estoy embarazada, compréndanme”  eran simplemente irritantes para los cuatro chicos que quedaban apoyándola, antes de que Andreas tuviera que salir de emergencia del país por cosas de negocios. Todo sea por el despacho de su padre.
Sin embargo, la noticia de que la pelirroja iba a dar a luz a una (esperada por Nicholas) niña, lo había hecho el esposo de una de las tantas pelirrojas más feliz del mundo.
El británico de 1.89 había llenado toda la habitación de su futuro hijo (o hija) de pequeñas prendas de ropa unisex y peluches y juguetes para infantes. Aunque, todos le dijeron que no debía comprar ropa sin antes saber el sexo del bebe, su emoción por ser padre primerizo lo tenía fuera de sus ya al tope casillas.
¿Qué nombre le pondrás? –Pregunto Sophie, risueña ya que ella sería una de las madrinas-
Bueno –dijo Audrey- si es niña le pondré Cloey… Cloey Bridge –dijo mientras se frotaba el vientre-  y si es niño, ten por seguro que no le pondré Nicholas –y ambas rieron- se llamara Tony Bridge.
Llegamos –gritaron Alice y Arthur desde la entrada- con tu dichoso sushi de mango –y Arthur le entrego una bolsa de papel blanca que tenia pintado un rollo california y debajo de este en letras rojas Arial 32 se leía “Nobu Sushi”
¿Dónde está la salsa de soya? –pregunto la pelirroja mientras revisaba el contenido de la bolsa.
Aquí esta –Alice le alcalizo unos sobres rojos con letras japonesas negras- no entiendo cómo puedes comer semejante cosa hecha con mango, si el mango sabe horrible –y luego de decir esto se lanzo en el puf de animal print de jirafa que quedaba justo frente al sofá donde estaban Audrey y Sophie-
No lo sé –dijo la pelirroja- eso es lo que más se me antoja.
Arthur se sentó en el puf al lado de Alice el cual era hecho en animal print de cebra.
De seguro cuando tu estés embarazada comerás Hot Dogs con salsa curri –le dijo Arthur mientras con su pie desnudo golpeaba la espalda de su prometida Alice-
¿Arthur que fumas? –el pelirrojo le dedico una mirada asesina con sus ojos verde césped- espero que lo más extraño que se me antoje sean papas fritas con aderezo de queso azul.
¿Y eso es más normal que mi salsa curri? –pregunto el pelirrojo
No te ofendas cariño pero tu salsa curri sabe más como una mezcla entre diferentes tipos de tierra. –ambas chicas soltaron una carcajada y Arthur puso cara de ofendido-

-2 meses después-

Y hoy tenemos cita con el doctor, nos dirán por fin que sexo es el bebe –decía Nicholas a la pantalla de su filmadora Sony, quería documentar cada minuto para recordarlos siempre-
¿Tenemos? A ti no te harán nada –la irritada voz de Audrey resonó por toda la sala de estar de la casa de la pareja-
Y aquí viene Audrey la obstinada –susurro Nicholas a la cámara mientras enfocaba  a su esposa que bajaba lentamente las escaleras en espiral-
Deja de hablarle a ese aparato y ve a buscar mi bolso –su cara de pocos amigos fue suficiente advertencia de “si no lo haces esa cámara terminara ahogada en la piscina”-
Okay ya entendí, la apagare.
Gracias, no me gusta sentirme observada las 24 horas del día.
No son las 24 horas, solo grabo los momentos más importantes.
Entonces empieza a grabar cuando lleguemos al consultorio, si es que algún día buscas mi bolso y algún día salimos de aquí
Una campanita empezó a sonar por todo el pasillo, Krunny, el pequeño Beagle de Nicholas había entrado por la puerta corrediza de vidrio que daba hacia el jardín.
¿Qué pasa pequeño? –Pregunto Nicholas mientras acariciaba las orejas del pequeño perrito- ¿Tienes hambre? Un ladrido para sí y dos para no.
Krunny ladro una sola vez
¿Crees que pueda ir a alimentar a la pequeña criatura sin que te de un ataque? –pregunto en tono de broma Nicholas, pero este se apago al ver como Audrey fruncía el seño.
Rápido –fue lo único que salió de los labios de la pelirroja-
-horas después-
Y por aquí están los pies –un hombre de máximo 28 años, con apariencia de quien odia su trabajo y gafas de típico nerd mejor conocido como Robert, era el doctor de Audrey-
Robert, quiero ver que sexo es mi hijo y ya –dijo una amargada Audrey-
Debes esperar un poco, hay que ver si está completamente sano –dijo y se acomodo las gafas-
Nicholas estaba prácticamente dormido en una silla de marco plateado
Y ahora vamos a ver qué sexo es el pequeño
En ese instante Nicholas dio un salto mayor al de aquella escena del desierto en Jumper y rodo la silla negra de montura plateada hasta quedar al lado de la camilla metálica
Es una niña –dijo sonriente-
Los gritos de felicidad de ambos se escucharon por todo el hospital
No esperen –dijo interrumpiendo la felicidad de la pareja- es un niño… ¿o es una niña?
Y acababa de despertar el Súper Sayayin que había en Audrey
¡¿QUIERES DEJAR DE SER UN INUTIL Y DECIRME QUE ES MI HIJO?! –Grito así una histérica Audrey-
Si, es una niña –dijo calmadamente el doctor, como si los gritos de Audrey nunca sucedieron-
¿Es una niña? –pregunto con cara de niño pequeño el rubio-
Si, por aquí esta  su… -Un grito de Nicholas interrumpió al doctor-
¡TENDRE UNA HIJA! –Se escucho en toda la ciudad-



-4 meses más tarde-

¿Qué pasara con Audrey? ¿Dara a luz? ¿Sera madre primeriza? Entérese de todo esto en la próxima temporada de... –interrupción-
¡NICHOLAS TE DIJE QUE DEJARAS DE JUGAR CON ESA CAMARA! –grito una pelirroja y despeinada Audrey desde la sala de estar-
La gran casa estilo californiano en los suburbios de una pequeña ciudad Holandesa estaba llena de carteles colgantes color rosa adornados con globos que decían “Bienvenida Cloey” todos eran hechos a mano por la hermana de Nicholas, Paige y enviados como regalos para su sobrina junto a muchas cajas de Barbies de colección desde Baja California.
El sonido de la puerta de entrada abriéndose retumbo por toda la estancia, una despeinada cabellera rubia, seguida de una pelirroja que sujetaba la mano de una igualmente despeinada cabellera castaña.
Sophie, Arthur y Alice entraron y se desplomaron sobre el sillón lila de cuero en forma de “L”
Alice busco entre el bolsillo de su amplio jersey verde que usaba para dormir una pequeña campana plateada con un lazo rojo y la hizo sonar
Nicholas –hablo entre dormida y despierta desde el sillón- haznos desayuno.
La sonora carcajada de Audrey se escucho en toda la casa, decorada  al estilo estado unidense con colores claros y en refuerzos basados en Animal Print.
Eso es como pedirle a una ardilla que deje de buscar nueces –dijo la pelirroja mientras se sentaba junto a su hermano y sus amigas, las cuales habían estado incansablemente día tras día durante 9 meses junto a ella, cuidándola y animándola.- mejor dile a Paige.
Paige, una británica decoradora de interiores y además pintora que residía en un condado de Baja California era la hermana mayor de Nicholas, había decidido tomarse unas semanas libres del trabajo para ir a asistir a su cuñada en sus últimas semanas de embarazo
Pero mucho antes de que cualquiera pudiera decir algo, el grito desgarrador de Audrey los hizo despertarse, incluso quedar sin hambre, lo único que podían entender todos fueron las palabras de Paige “Audrey rompió fuentes”
-Otro intervalo de tiempo-
En la habitación 302 de un hospital cercano. Una doctora de nombre Stephania Huston, asistía el parto de una pelirroja llamada Audrey Sidney.
Respira y puja –decía Stephania, la cual dejaremos en Steph- puja… puja
¡JODER MUJER ESTOY PUJANDO! –Nicholas sujetaba con una mano la cámara y con la otra sostenía la sudada mano de Audrey-
Nicholas, te lo diré calmadamente –dijo ella respirando pesadamente- apaga la cámara.
¡Aquí viene ella! –dijo la doctora con una gran sonrisa, y el llanto de una pequeña bebe resonó por toda la habitación junto con un suspiro de alivio por parte de la madre de esta-
Aquí tienen –le entrego la enfermera a la pequeña Cloey envuelta en sabanas rosadas con corazones verdes, un obsequio de Alice- ¿Cómo la llamaran?
Cloey. Cloey Bridge –dijo Nicholas orgulloso, viendo a la pequeña niña de ojos grandes y azules, como los de él, pecosa como su madre y pelirroja, tenía poco cabello, pero este era completamente naranja, como una pequeña zanahoria que recién es cosechada-
Antes de que la doctora pudiera terminar de abrir la puerta para salir, una pequeña multitud de gente entro a la habitación, cargando globos rosados y muchas flores, Chelsea, Sophie, Alice, Paige, Arthur y Andreas traían también montones de pequeños peluches para la pequeña.
¿Podrías tomarnos la primera foto familiar? –Pregunto Audrey a la enfermera que miraba conmovida la escena-
Claro,  dijo ella y mientras ajustaba la cámara solo se escuchaban:
Andreas muévete un poco a la izquierda
Siento que no me veo
¿Mi cabello está bien?
Y yo con esta horrenda camisa fuera de época
¡Digan Cloey!
¡CLOEY! –dijeron todos al unisonó-




sábado, 31 de diciembre de 2011

Hermanos de un mismo café

Te detesto Dunkin Donuts, mucho, muchísimo, no miento.
Yo iba felizmente escuchando Skryllex cuando entre a esa asquerosidad de cafetería para comprar un simple cappuccino que, sabia horrible, además de que el servicio era horrible.
Es la peor cosa del mundo, nunca tomen café allí, escucharon ¡nunca!
Lo malo, era que Starbucks estaba muy lejos de donde yo estaba, que en si, no tengo idea de donde estoy, según este mapa del subterráneo estoy en… alguna esquina de Holanda, esto es lo malo de mis padres, siempre tenemos que viajar con ellos, siempre es de noche cuando lo hacemos y nunca tenemos idea de donde estamos porque cuando despertamos en el hotel ellos ya no están, pero si es Holanda, la ciudad de mi apellido, antes creía que llegaría me dirían “oh eres una Hudec” y cantaría “I gonna shine” mientras todos bailaban a mi alrededor, pero bien, luego me di cuenta de que eso nunca sucedería, y ya había crecido y realmente ya no tenía ganas de llamar tanto la atención.
Si bueno, se que dirán que si no quería llamar la atención no hubiera salido de Dunkin Donuts insultando a la gerente y a la cajera, ah, y a la que servía el café.
Pero no es mi culpa que el café de allí sepa a gato quemado, y mucho menos que los uniformes sean blancos y se vean tan mal llenos de café ¡Ups!
Si, le derrame el café encima a la que servía el café, la cajera llamo a la gerente e insulte a ambas en francés.
No, no se hablar francés, pero ellas tampoco, así que mientras pongas una cara de enojo y disgusto y repitas muchas veces frases gritadas, todos creerán que los insultas.
Y mi Ipod se quedo sin batería, so great.
Así que hice lo que mejor se hacer cuando mi Ipod se queda sin batería, preguntarle a la gente donde quedaba Starbucks
Si, es que siempre que lo escucho es cuando voy a tomar café, pero siempre se queda sin batería, y odio tomar café sin música, así que atormento a la gente preguntándole donde queda Starbucks para llegar rápido y poder tomar café rápido.
Y luego de tanto caminar y preguntar, me dijeron que Starbucks quedaba en la avenida del café, genial, como si yo supiera donde era eso.
Pero como si el camino estuviera iluminado por ángeles, vi un inmenso letrero que decía
“Avenida del café”
Oh Alice, eres tan fabulosa.
Habían cafeterías por todos lados, y la avenida estaba impregnada de ese delicioso aroma a café, café sin quemar Dunkin Donuts, por eso nunca llegaran a esta hermosa avenida.
Y casi al final, estaba el hermoso local con sus hermosas letras en verde que decían de manera hermosa “Starbucks”
Entre, y como si ese fuera un mundo paralelo, habían tantas personas, todas vestían de manera perfecta, todos eran tan hermosos, tomando café y algunos comiendo pastelillos, personas de todas las edades, una canción suave sonaba de fondo, era en español.
Me senté en una mesa de dos, pero venia sola, ya que mi hermoso hermano, no quiso venir conmigo. ¿Por qué? Porque el quería ir a comprar las entradas para Jane’s Addiction haciendo una fila de 14 horas, hermano, hay algo llamado internet.
al lado de mi mesa había un conector, donde conecte el cargador de mi Ipod, y lo deje cargar sobre la mesita que tenia impresa el símbolo verde de Starbucks.
Hacia frio, todas las ventanas estaban empañadas, haciendo que la cafetería con suelo de madera, con muchas plantas decoradoras y enormes ventanas se viera aun mas hermosa.
Todos los que estaban en ella eran holandeses, se notaba gracias a su blancura, todos vestían con bufandas o abrigos, y los empleados del local tenían todos bufandas y sweaters.
Una camarera se me acerco, pero justo en ese momento sonó mi celular así que la chica se fue, vi en la pantalla el nombre de Andreas, gracias hermanito hermoso por hacer retardar mi café.
¡Ya compre las entradas! Hermanita, iremos tu y yo sin Marie VIP a ver a Jane’s Addiction.
¡Genial! –si fue lo único que pude pronunciar, Jane’s Addiction ha sido mi banda favorita desde que tenía uso de razón, y eso era algo así como, desde que a mi hermano le gustaba, mi emoción era tan grande que no pude pronunciar mas palabras-
Hasta que respire y le dije. ¡André iremos a Jane’s Addiction! Mi sueño se hará realidad al fin 
Todos en la cafetería me miraron, pero no, a mi no me gustaba llamar la atención.
Y luego de eso cerré la llamada
¿Vas a Jane’s Addiction? Genial, yo también
Y me percate de que tenía un mesero atrás.
Si, es mi banda favorita –sonreí-
Igual la mía, mi canción favorita es Irresistible forcé
Igual la mía –sonreí inmensamente, mi hermano siempre había odiado esa canción-
Escuche que mañana la cantaran –y sonrió también- es mi sueño verlos cantar eso de cerca
¿Mañana? ¿Es tan rápido?
Si, ¿No sabias?
No, mi hermano me dijo que había visto un cartel sobre el concierto y que compraría las entradas pero no me había dicho que era mañana.
Es un concierto muy pequeño, es algo así como un concierto privado, todas las entradas son VIP fue muy rápido cuando lo anunciaron al público, me sorprende que aun quedaran entradas ¿no eres de acá cierto?
Estoy de viaje, llegue hace un par de días, bueno, tanto así que pase una hora buscando esta avenida –y se rio, se rio tanto que de nuevo todos me vieron, odio tanto llamar la atención-
La mayoría de las cafeterías están acá, menos, Dunkin donuts
¡Detesto ese lugar! Es un asco –y el volvió a reír-
Yo también lo detesto, el servicio es asqueroso y el café sabe a quemado, yo trabaje allí, y todo lo que hice por evitar quemar el café lo quemo mas  -y yo reí- ¿Qué quieres ordenar?
Oh lo había olvidado, yo venía a tomar café.
Quiero un Cappuccino, con crema chantilly y azúcar, ah y con chispas de chocolate
Te dará un coma diabético –dijo mientras reía sorprendido, no lo pude evitar, yo también reí-
Amo el azúcar –dije sonriendo-
Enseguida te lo traigo
Y  salió de mi vista.
En lo que había detallado en los momentos en los que no me reí, que fueron pocos, tenía unos inmensos ojos azules que me recordaban tanto a mi hermano adorado, no, no soy hipócrita. Mi hermano era la persona que mas amaba en el universo, y siempre adoraría sus ojos azules.
Se me olvidaba, necesito que me digas tu nombre para escribirlo en la orden –y el chico de ojos azules que se parecía a mi hermano regreso-
Alice. Alice Hudec –y sonreí-
Me presentare yo también, me llamo Gerard Livosk –y me di cuenta de que su cabello resaltaba sus ojos, era de color castaño y tenia pecas, era como verme a mí y a Andreas juntos en una sola persona-
Perdona que te diga esto pero, me recuerdas a mi hermano –y su cara de “que mierda” fue un poema-
Ten, y le extendí una mi celular, esos somos el y yo en navidad –la foto nos tenía solo a nosotros, lo más hermoso de mi familia obvio. Está bien, no-
Creo que, solo los ojos. –y sonrió- eres linda
¿Me sonroje? Creo que sí, asco, cuando me sonrojo mis pecas se ven extrañas.
Pero el también se sonrojo y sus pecas también se vieron raras. Tenía que decir algo, y tenía que ser rápido
Gracias, tú también eres lindo –y Alice acaba de decir algo que no debía decir-
El iba a decir algo, lo sé, pero alguien lo llamo desde la barra diciéndole que tenia ordenes que llevar.
Fui salvada por la campana (¿) es que suelo embarrarla muchas veces, como aquella vez que le dije a la novia que no soportaba de mi hermano que el era gay y que ella era una simple chica con la que el aparentaba ser hetero.
¿Tengo que decir que le no me hablo como por dos meses? Para perdonarme tuve que decirle al chico que me gustaba y yo le gustaba que yo era lesbiana. Cosas de hermanos, ¿somos un encanto cierto?
Pero así somos los Hudec, los auténticos, no tu Marie. Si mi mente fuera un libro y Marie mi hermana lo leyera, me odiaría, más de lo que yo a ella… si eso es posible.
Bueno en si no la odio solo, la detesto, es tan detestable… tanto así como Dunkin Donuts.
Y una hermosa taza de Starbucks con crema y chispas de chocolate se poso frente a mis ojos grises maquillados de negro por primera vez en este mes.
Aquí tienes Alice –dijo el sonriente chico de ojos azules y pecas que era un Hudec autentico- de parte de tu hermano perdido
No lo pude evitar, mis risas se escucharon por todos lados de aquella cafetería.
Pero recuerden, que a mi no me gusta llamar la atención.
Gracias hermano perdido –y me levante y le di un beso en la mejilla- considérate uno de los hermanos Hudec  oficialmente.
El se retiro, no podía pasar todo el día hablando conmigo, tenia clientes a los cuales atender y regalar sonrisas blancas de ojos azules.
Mañana lo vería en el concierto, de la hermosa banda Jane’s Addiction.
Pague y le deje propina a Gerard, junto con una nota que decía “nos vemos mañana en el concierto, te presentare a mi hermano y veras que si se parecen”
Me quedaría un mes en Holanda. Un mes en el cual iría a beber café siempre a este Starbucks
Y veré a aquel chico de ojos hermosos que con sus sonrisas alegro mi día.