Ella caminaba como normalmente lo hacía, mirando hacia el
frente todo el tiempo, con su ipod touch en una mano y un frappuccino en la
otra, con sus Ray Ban aviator, por la Gran Avenida de Madrid, hasta que el
aleatorio de su ipod le jugó una mala pasada, y Lego House. De Ed Sheeran, empezó
a sonar con sus débiles notas de introducción, se detuvo en seco, pues esa canción
le traía muchos recuerdos, no buenos del todo.
Rápidamente sacudió su ipod para pasar de canción, y seguido
de esto entro al Mc Donald’s de la esquina, se quito los audífonos por un
momento, para ordenar un helado de mantecado y volvió a su camino, todo iba
como la rutina mandaba, Kyle caminaba desde su departamento a la tienda H&M,
donde trabajaba, diariamente escuchaba las mismas canciones, pedía el mismo
frappuccino, compraba el mismo helado en Mc Donald’s, abría la tienda a la
misma hora, trabajaba la misma cantidad de horas, y luego de cerrar cenaba en
la misma cafetería, donde su amiga Kiki trabajaba, una rutina bastante
aburrida.
Kyle dio un suspiro antes de introducir la llave en la
cerradura y abrir las grandes puertas de vidrio, encendió las luces, acomodo un
jean caído, y se dirigió a la caja registradora, a esperar que el primer
cliente entrara y gastara unos cuantos euros en la mercancía exhibida.
Pero se sorprendió al escuchar gritos provenientes de la
calle, voces femeninas, demasiadas voces, que se acercaban cada vez más.
Vio a una manada de chicas, bajitas, altas, flacas, gordas,
rubias, pelirrojas, castañas, extranjeras, españolas, gritando
desenfrenadamente, su curiosidad la llevo a aproximarse a las puertas de la
tienda cuando una figura entro de
repente, corriendo a una gran velocidad y casi destruyendo el mostrador de
vestidos clásicos.
¡Hey! –Grito Kyle al ver aquello-
Empezó a caminar intentando buscar a la misteriosa figura
Esa no es forma de entrar a una tienda, sal de donde estés –y
antes de que pudiese siquiera pensar en pronunciar otra palabra, la figura que había
entrado le cubría la boca con una mano y estaba de espaldas a ella-
Kyle murmuraba e intentaba quitarse la mano del desconocido
de su boca, pero no podía, hasta que lo mordió
¡Auch! –Grito la figura de voz masculina-
Kyle se dio vuelta hasta quedar frente a él, y sus ojos se
abrieron de sobremanera, iba a gritar, pero él le cubrió la boca de nuevo al
ver sus intenciones
Por favor, guarda silencio -A pesar del perfecto español que
él hablaba, el acento inglés era reconocible-
Continuará…