sábado, 31 de diciembre de 2011

Hermanos de un mismo café

Te detesto Dunkin Donuts, mucho, muchísimo, no miento.
Yo iba felizmente escuchando Skryllex cuando entre a esa asquerosidad de cafetería para comprar un simple cappuccino que, sabia horrible, además de que el servicio era horrible.
Es la peor cosa del mundo, nunca tomen café allí, escucharon ¡nunca!
Lo malo, era que Starbucks estaba muy lejos de donde yo estaba, que en si, no tengo idea de donde estoy, según este mapa del subterráneo estoy en… alguna esquina de Holanda, esto es lo malo de mis padres, siempre tenemos que viajar con ellos, siempre es de noche cuando lo hacemos y nunca tenemos idea de donde estamos porque cuando despertamos en el hotel ellos ya no están, pero si es Holanda, la ciudad de mi apellido, antes creía que llegaría me dirían “oh eres una Hudec” y cantaría “I gonna shine” mientras todos bailaban a mi alrededor, pero bien, luego me di cuenta de que eso nunca sucedería, y ya había crecido y realmente ya no tenía ganas de llamar tanto la atención.
Si bueno, se que dirán que si no quería llamar la atención no hubiera salido de Dunkin Donuts insultando a la gerente y a la cajera, ah, y a la que servía el café.
Pero no es mi culpa que el café de allí sepa a gato quemado, y mucho menos que los uniformes sean blancos y se vean tan mal llenos de café ¡Ups!
Si, le derrame el café encima a la que servía el café, la cajera llamo a la gerente e insulte a ambas en francés.
No, no se hablar francés, pero ellas tampoco, así que mientras pongas una cara de enojo y disgusto y repitas muchas veces frases gritadas, todos creerán que los insultas.
Y mi Ipod se quedo sin batería, so great.
Así que hice lo que mejor se hacer cuando mi Ipod se queda sin batería, preguntarle a la gente donde quedaba Starbucks
Si, es que siempre que lo escucho es cuando voy a tomar café, pero siempre se queda sin batería, y odio tomar café sin música, así que atormento a la gente preguntándole donde queda Starbucks para llegar rápido y poder tomar café rápido.
Y luego de tanto caminar y preguntar, me dijeron que Starbucks quedaba en la avenida del café, genial, como si yo supiera donde era eso.
Pero como si el camino estuviera iluminado por ángeles, vi un inmenso letrero que decía
“Avenida del café”
Oh Alice, eres tan fabulosa.
Habían cafeterías por todos lados, y la avenida estaba impregnada de ese delicioso aroma a café, café sin quemar Dunkin Donuts, por eso nunca llegaran a esta hermosa avenida.
Y casi al final, estaba el hermoso local con sus hermosas letras en verde que decían de manera hermosa “Starbucks”
Entre, y como si ese fuera un mundo paralelo, habían tantas personas, todas vestían de manera perfecta, todos eran tan hermosos, tomando café y algunos comiendo pastelillos, personas de todas las edades, una canción suave sonaba de fondo, era en español.
Me senté en una mesa de dos, pero venia sola, ya que mi hermoso hermano, no quiso venir conmigo. ¿Por qué? Porque el quería ir a comprar las entradas para Jane’s Addiction haciendo una fila de 14 horas, hermano, hay algo llamado internet.
al lado de mi mesa había un conector, donde conecte el cargador de mi Ipod, y lo deje cargar sobre la mesita que tenia impresa el símbolo verde de Starbucks.
Hacia frio, todas las ventanas estaban empañadas, haciendo que la cafetería con suelo de madera, con muchas plantas decoradoras y enormes ventanas se viera aun mas hermosa.
Todos los que estaban en ella eran holandeses, se notaba gracias a su blancura, todos vestían con bufandas o abrigos, y los empleados del local tenían todos bufandas y sweaters.
Una camarera se me acerco, pero justo en ese momento sonó mi celular así que la chica se fue, vi en la pantalla el nombre de Andreas, gracias hermanito hermoso por hacer retardar mi café.
¡Ya compre las entradas! Hermanita, iremos tu y yo sin Marie VIP a ver a Jane’s Addiction.
¡Genial! –si fue lo único que pude pronunciar, Jane’s Addiction ha sido mi banda favorita desde que tenía uso de razón, y eso era algo así como, desde que a mi hermano le gustaba, mi emoción era tan grande que no pude pronunciar mas palabras-
Hasta que respire y le dije. ¡André iremos a Jane’s Addiction! Mi sueño se hará realidad al fin 
Todos en la cafetería me miraron, pero no, a mi no me gustaba llamar la atención.
Y luego de eso cerré la llamada
¿Vas a Jane’s Addiction? Genial, yo también
Y me percate de que tenía un mesero atrás.
Si, es mi banda favorita –sonreí-
Igual la mía, mi canción favorita es Irresistible forcé
Igual la mía –sonreí inmensamente, mi hermano siempre había odiado esa canción-
Escuche que mañana la cantaran –y sonrió también- es mi sueño verlos cantar eso de cerca
¿Mañana? ¿Es tan rápido?
Si, ¿No sabias?
No, mi hermano me dijo que había visto un cartel sobre el concierto y que compraría las entradas pero no me había dicho que era mañana.
Es un concierto muy pequeño, es algo así como un concierto privado, todas las entradas son VIP fue muy rápido cuando lo anunciaron al público, me sorprende que aun quedaran entradas ¿no eres de acá cierto?
Estoy de viaje, llegue hace un par de días, bueno, tanto así que pase una hora buscando esta avenida –y se rio, se rio tanto que de nuevo todos me vieron, odio tanto llamar la atención-
La mayoría de las cafeterías están acá, menos, Dunkin donuts
¡Detesto ese lugar! Es un asco –y el volvió a reír-
Yo también lo detesto, el servicio es asqueroso y el café sabe a quemado, yo trabaje allí, y todo lo que hice por evitar quemar el café lo quemo mas  -y yo reí- ¿Qué quieres ordenar?
Oh lo había olvidado, yo venía a tomar café.
Quiero un Cappuccino, con crema chantilly y azúcar, ah y con chispas de chocolate
Te dará un coma diabético –dijo mientras reía sorprendido, no lo pude evitar, yo también reí-
Amo el azúcar –dije sonriendo-
Enseguida te lo traigo
Y  salió de mi vista.
En lo que había detallado en los momentos en los que no me reí, que fueron pocos, tenía unos inmensos ojos azules que me recordaban tanto a mi hermano adorado, no, no soy hipócrita. Mi hermano era la persona que mas amaba en el universo, y siempre adoraría sus ojos azules.
Se me olvidaba, necesito que me digas tu nombre para escribirlo en la orden –y el chico de ojos azules que se parecía a mi hermano regreso-
Alice. Alice Hudec –y sonreí-
Me presentare yo también, me llamo Gerard Livosk –y me di cuenta de que su cabello resaltaba sus ojos, era de color castaño y tenia pecas, era como verme a mí y a Andreas juntos en una sola persona-
Perdona que te diga esto pero, me recuerdas a mi hermano –y su cara de “que mierda” fue un poema-
Ten, y le extendí una mi celular, esos somos el y yo en navidad –la foto nos tenía solo a nosotros, lo más hermoso de mi familia obvio. Está bien, no-
Creo que, solo los ojos. –y sonrió- eres linda
¿Me sonroje? Creo que sí, asco, cuando me sonrojo mis pecas se ven extrañas.
Pero el también se sonrojo y sus pecas también se vieron raras. Tenía que decir algo, y tenía que ser rápido
Gracias, tú también eres lindo –y Alice acaba de decir algo que no debía decir-
El iba a decir algo, lo sé, pero alguien lo llamo desde la barra diciéndole que tenia ordenes que llevar.
Fui salvada por la campana (¿) es que suelo embarrarla muchas veces, como aquella vez que le dije a la novia que no soportaba de mi hermano que el era gay y que ella era una simple chica con la que el aparentaba ser hetero.
¿Tengo que decir que le no me hablo como por dos meses? Para perdonarme tuve que decirle al chico que me gustaba y yo le gustaba que yo era lesbiana. Cosas de hermanos, ¿somos un encanto cierto?
Pero así somos los Hudec, los auténticos, no tu Marie. Si mi mente fuera un libro y Marie mi hermana lo leyera, me odiaría, más de lo que yo a ella… si eso es posible.
Bueno en si no la odio solo, la detesto, es tan detestable… tanto así como Dunkin Donuts.
Y una hermosa taza de Starbucks con crema y chispas de chocolate se poso frente a mis ojos grises maquillados de negro por primera vez en este mes.
Aquí tienes Alice –dijo el sonriente chico de ojos azules y pecas que era un Hudec autentico- de parte de tu hermano perdido
No lo pude evitar, mis risas se escucharon por todos lados de aquella cafetería.
Pero recuerden, que a mi no me gusta llamar la atención.
Gracias hermano perdido –y me levante y le di un beso en la mejilla- considérate uno de los hermanos Hudec  oficialmente.
El se retiro, no podía pasar todo el día hablando conmigo, tenia clientes a los cuales atender y regalar sonrisas blancas de ojos azules.
Mañana lo vería en el concierto, de la hermosa banda Jane’s Addiction.
Pague y le deje propina a Gerard, junto con una nota que decía “nos vemos mañana en el concierto, te presentare a mi hermano y veras que si se parecen”
Me quedaría un mes en Holanda. Un mes en el cual iría a beber café siempre a este Starbucks
Y veré a aquel chico de ojos hermosos que con sus sonrisas alegro mi día.

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