lunes, 30 de enero de 2012

Nicholas, Apaga la cámara

Nauseas, malestares, insaciables ganas de comer sushi de mango y constante irritabilidad.
Audrey ¿Qué te está pasando?
Que más, el hecho de que Audrey Sidney estuviera embarazada tenía a Nicholas, a Arthur, a Alice y a Sophie con constantes dolores de cabeza
La pelirroja tenía apenas 3 meses de embarazo y ya Chelsea había huido a Miami con la excusa de que si se quedaba la arrojaría del balcón de su departamento en el piso 13 de Merston Place.
Sus constantes quejas y su única excusa “estoy embarazada, compréndanme”  eran simplemente irritantes para los cuatro chicos que quedaban apoyándola, antes de que Andreas tuviera que salir de emergencia del país por cosas de negocios. Todo sea por el despacho de su padre.
Sin embargo, la noticia de que la pelirroja iba a dar a luz a una (esperada por Nicholas) niña, lo había hecho el esposo de una de las tantas pelirrojas más feliz del mundo.
El británico de 1.89 había llenado toda la habitación de su futuro hijo (o hija) de pequeñas prendas de ropa unisex y peluches y juguetes para infantes. Aunque, todos le dijeron que no debía comprar ropa sin antes saber el sexo del bebe, su emoción por ser padre primerizo lo tenía fuera de sus ya al tope casillas.
¿Qué nombre le pondrás? –Pregunto Sophie, risueña ya que ella sería una de las madrinas-
Bueno –dijo Audrey- si es niña le pondré Cloey… Cloey Bridge –dijo mientras se frotaba el vientre-  y si es niño, ten por seguro que no le pondré Nicholas –y ambas rieron- se llamara Tony Bridge.
Llegamos –gritaron Alice y Arthur desde la entrada- con tu dichoso sushi de mango –y Arthur le entrego una bolsa de papel blanca que tenia pintado un rollo california y debajo de este en letras rojas Arial 32 se leía “Nobu Sushi”
¿Dónde está la salsa de soya? –pregunto la pelirroja mientras revisaba el contenido de la bolsa.
Aquí esta –Alice le alcalizo unos sobres rojos con letras japonesas negras- no entiendo cómo puedes comer semejante cosa hecha con mango, si el mango sabe horrible –y luego de decir esto se lanzo en el puf de animal print de jirafa que quedaba justo frente al sofá donde estaban Audrey y Sophie-
No lo sé –dijo la pelirroja- eso es lo que más se me antoja.
Arthur se sentó en el puf al lado de Alice el cual era hecho en animal print de cebra.
De seguro cuando tu estés embarazada comerás Hot Dogs con salsa curri –le dijo Arthur mientras con su pie desnudo golpeaba la espalda de su prometida Alice-
¿Arthur que fumas? –el pelirrojo le dedico una mirada asesina con sus ojos verde césped- espero que lo más extraño que se me antoje sean papas fritas con aderezo de queso azul.
¿Y eso es más normal que mi salsa curri? –pregunto el pelirrojo
No te ofendas cariño pero tu salsa curri sabe más como una mezcla entre diferentes tipos de tierra. –ambas chicas soltaron una carcajada y Arthur puso cara de ofendido-

-2 meses después-

Y hoy tenemos cita con el doctor, nos dirán por fin que sexo es el bebe –decía Nicholas a la pantalla de su filmadora Sony, quería documentar cada minuto para recordarlos siempre-
¿Tenemos? A ti no te harán nada –la irritada voz de Audrey resonó por toda la sala de estar de la casa de la pareja-
Y aquí viene Audrey la obstinada –susurro Nicholas a la cámara mientras enfocaba  a su esposa que bajaba lentamente las escaleras en espiral-
Deja de hablarle a ese aparato y ve a buscar mi bolso –su cara de pocos amigos fue suficiente advertencia de “si no lo haces esa cámara terminara ahogada en la piscina”-
Okay ya entendí, la apagare.
Gracias, no me gusta sentirme observada las 24 horas del día.
No son las 24 horas, solo grabo los momentos más importantes.
Entonces empieza a grabar cuando lleguemos al consultorio, si es que algún día buscas mi bolso y algún día salimos de aquí
Una campanita empezó a sonar por todo el pasillo, Krunny, el pequeño Beagle de Nicholas había entrado por la puerta corrediza de vidrio que daba hacia el jardín.
¿Qué pasa pequeño? –Pregunto Nicholas mientras acariciaba las orejas del pequeño perrito- ¿Tienes hambre? Un ladrido para sí y dos para no.
Krunny ladro una sola vez
¿Crees que pueda ir a alimentar a la pequeña criatura sin que te de un ataque? –pregunto en tono de broma Nicholas, pero este se apago al ver como Audrey fruncía el seño.
Rápido –fue lo único que salió de los labios de la pelirroja-
-horas después-
Y por aquí están los pies –un hombre de máximo 28 años, con apariencia de quien odia su trabajo y gafas de típico nerd mejor conocido como Robert, era el doctor de Audrey-
Robert, quiero ver que sexo es mi hijo y ya –dijo una amargada Audrey-
Debes esperar un poco, hay que ver si está completamente sano –dijo y se acomodo las gafas-
Nicholas estaba prácticamente dormido en una silla de marco plateado
Y ahora vamos a ver qué sexo es el pequeño
En ese instante Nicholas dio un salto mayor al de aquella escena del desierto en Jumper y rodo la silla negra de montura plateada hasta quedar al lado de la camilla metálica
Es una niña –dijo sonriente-
Los gritos de felicidad de ambos se escucharon por todo el hospital
No esperen –dijo interrumpiendo la felicidad de la pareja- es un niño… ¿o es una niña?
Y acababa de despertar el Súper Sayayin que había en Audrey
¡¿QUIERES DEJAR DE SER UN INUTIL Y DECIRME QUE ES MI HIJO?! –Grito así una histérica Audrey-
Si, es una niña –dijo calmadamente el doctor, como si los gritos de Audrey nunca sucedieron-
¿Es una niña? –pregunto con cara de niño pequeño el rubio-
Si, por aquí esta  su… -Un grito de Nicholas interrumpió al doctor-
¡TENDRE UNA HIJA! –Se escucho en toda la ciudad-



-4 meses más tarde-

¿Qué pasara con Audrey? ¿Dara a luz? ¿Sera madre primeriza? Entérese de todo esto en la próxima temporada de... –interrupción-
¡NICHOLAS TE DIJE QUE DEJARAS DE JUGAR CON ESA CAMARA! –grito una pelirroja y despeinada Audrey desde la sala de estar-
La gran casa estilo californiano en los suburbios de una pequeña ciudad Holandesa estaba llena de carteles colgantes color rosa adornados con globos que decían “Bienvenida Cloey” todos eran hechos a mano por la hermana de Nicholas, Paige y enviados como regalos para su sobrina junto a muchas cajas de Barbies de colección desde Baja California.
El sonido de la puerta de entrada abriéndose retumbo por toda la estancia, una despeinada cabellera rubia, seguida de una pelirroja que sujetaba la mano de una igualmente despeinada cabellera castaña.
Sophie, Arthur y Alice entraron y se desplomaron sobre el sillón lila de cuero en forma de “L”
Alice busco entre el bolsillo de su amplio jersey verde que usaba para dormir una pequeña campana plateada con un lazo rojo y la hizo sonar
Nicholas –hablo entre dormida y despierta desde el sillón- haznos desayuno.
La sonora carcajada de Audrey se escucho en toda la casa, decorada  al estilo estado unidense con colores claros y en refuerzos basados en Animal Print.
Eso es como pedirle a una ardilla que deje de buscar nueces –dijo la pelirroja mientras se sentaba junto a su hermano y sus amigas, las cuales habían estado incansablemente día tras día durante 9 meses junto a ella, cuidándola y animándola.- mejor dile a Paige.
Paige, una británica decoradora de interiores y además pintora que residía en un condado de Baja California era la hermana mayor de Nicholas, había decidido tomarse unas semanas libres del trabajo para ir a asistir a su cuñada en sus últimas semanas de embarazo
Pero mucho antes de que cualquiera pudiera decir algo, el grito desgarrador de Audrey los hizo despertarse, incluso quedar sin hambre, lo único que podían entender todos fueron las palabras de Paige “Audrey rompió fuentes”
-Otro intervalo de tiempo-
En la habitación 302 de un hospital cercano. Una doctora de nombre Stephania Huston, asistía el parto de una pelirroja llamada Audrey Sidney.
Respira y puja –decía Stephania, la cual dejaremos en Steph- puja… puja
¡JODER MUJER ESTOY PUJANDO! –Nicholas sujetaba con una mano la cámara y con la otra sostenía la sudada mano de Audrey-
Nicholas, te lo diré calmadamente –dijo ella respirando pesadamente- apaga la cámara.
¡Aquí viene ella! –dijo la doctora con una gran sonrisa, y el llanto de una pequeña bebe resonó por toda la habitación junto con un suspiro de alivio por parte de la madre de esta-
Aquí tienen –le entrego la enfermera a la pequeña Cloey envuelta en sabanas rosadas con corazones verdes, un obsequio de Alice- ¿Cómo la llamaran?
Cloey. Cloey Bridge –dijo Nicholas orgulloso, viendo a la pequeña niña de ojos grandes y azules, como los de él, pecosa como su madre y pelirroja, tenía poco cabello, pero este era completamente naranja, como una pequeña zanahoria que recién es cosechada-
Antes de que la doctora pudiera terminar de abrir la puerta para salir, una pequeña multitud de gente entro a la habitación, cargando globos rosados y muchas flores, Chelsea, Sophie, Alice, Paige, Arthur y Andreas traían también montones de pequeños peluches para la pequeña.
¿Podrías tomarnos la primera foto familiar? –Pregunto Audrey a la enfermera que miraba conmovida la escena-
Claro,  dijo ella y mientras ajustaba la cámara solo se escuchaban:
Andreas muévete un poco a la izquierda
Siento que no me veo
¿Mi cabello está bien?
Y yo con esta horrenda camisa fuera de época
¡Digan Cloey!
¡CLOEY! –dijeron todos al unisonó-




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